Los juegos de ollas suelen tener una grande.

Qué se puede cocinar con un juego de ollas y sartenes

En Recetas Nestlé® exploramos los tipos de ollas que encontramos en las baterías de cocina

Una de las situaciones de la vida por la que todos pasamos, sobre todo cuando salimos de la casa de nuestros padres o nos vamos a vivir solos, es conseguir o comprar el equipo de la cocina. Uno de los primeros comentarios es “el juego de ollas”, ya sea antiadherente, acero inoxidable o los otros materiales de los que vamos a hablar.

¿Qué suele venir en un juego de ollas?

En el mercado existen todo tipo de combinaciones, combos y promociones, pero en general podemos hablar de juegos con 5 o 7 piezas, a las que podemos considerar las básicas, con las que podemos hacer muchísimos platos.

Con una buena batería, que es otra forma con la que se llaman a estos juegos de ollas y sartenes, es posible hacer arroces de todos los colores, sopas, guisos repletos de sabores, estofados explosivos, carnes, comida de mar, huevos y verduras.

Los materiales de los juegos, relevantes e importantes

Además de las diferentes cantidades de piezas en el kit, también podemos encontrar varios combos en los que el material influye en el precio, la presentación y que podemos elegir mejor si entendemos sus características, que explicaremos más adelante.

Lo más común son los combos con un único material, sobre todo de acero inoxidable o antiadherente, aunque también podemos encontrar ollas de hierro fundido, barro, cobre, entre otros.

Ollas y sartenes: tamaños y tipos

Como ya mencionamos, los juegos de ollas básicos suelen tener 5 o 7 piezas. ¿Cuáles son estas? Acá explicamos sus características y algunas ideas para cocinar con ellas.

Olla grande

Esta no puede faltar en ningún combo, es una de las ollas más versátiles para cocinar todo tipo de platos. Uno de los tamaños más comunes es de 24 cm, con una capacidad cercana a los 5 litros. Es suficiente para preparar comidas para varias personas o que duren unos cuantos días.

Sartén grande

Además de la olla grande, que se caracteriza por el tamaño de unas paredes altas, también se encuentra con mucha frecuencia una sartén de las mismas dimensiones: 24 cm. Acá podemos cocinar otros alimentos que sirven para completar un buen almuerzo junto a lo que cocinemos en la olla grande.

Perol o cazo

Un perol es parecido a una olla pequeña, pero, en cambio de tener dos manijas, una a cada lado para poder levantarla, tiene únicamente un mango largo para poder manipularlo. Dependiendo de lo que preparemos y qué tan llena esté, tenemos que usar una o dos manos.

Olla mediana

Este es el tamaño perfecto para cocinar un almuerzo o una cena para una o dos personas. Un tamaño muy común es de 16 cm, entre 1,3 y 1,5 litros. A diferencia del perol, tiene dos manijas a cada lado para levantarla y moverla.

Sartén mediano o pequeño

Acá también podemos tener una especie de cacerola, dependiendo del kit. Se trata de una sartén que, a veces, puede tener las paredes un poco más altas. Es perfecta para las preparaciones pequeñas, que usualmente no toman mucho tiempo o que quedan con una buena presentación con una forma circular perfecta.

Sartén/plancha

A diferencia de sus hermanas, esta sartén tiene las paredes muy bajas, así que no es la ideal para preparaciones mixtas como estofados o guisos. Esta especie de plancha es perfecta para cocinar en seco, usando pocos elementos líquidos o grasos.

Olla para calentar leche

Por último, tenemos esta olla que fue creada con el propósito de calentar leche, de ahí su nombre más conocido, pero que nos sirve para otras cosas. Se trata de una olla delgada y de paredes altas, con un mango para manipularla sin quemarnos.

Además de calentar leche, también se puede usar para preparar todo tipo de tés e infusiones. Otra idea es aprovecharla para cocinar caldos de verduras, pescado o huesos de pollo, que se pueden usar para darle sabor a un arroz o una crema.

¿Qué pasa con las tapas?

Lo más normal es que la olla y la sartén grande tengan el mismo diámetro, así pueden intercambiar sus tapas sin problema, aunque cada una tiene la suya propia. Lo mismo sucede con la olla y la sartén medianas.

Además, lo ideal es que las tapas sean de vidrio y transparentes, así podemos revisar el proceso de cada uno de nuestros platos y ajustar cualquier cosa. Así mismo, todas las tapas deben tener un orificio para que el vapor y el humo que se genera al cocinar puedan salir.

Materiales de las ollas

Los juegos de ollas y sartenes se encuentran en diferentes materiales, pero también hay otros que no es muy común hallar en estos kits. Normalmente las baterías son de acero inoxidable o algún material antiadherente, pero también existen ollas de cobre, aluminio o barro. Acá vamos a repasar las características de estos materiales.

  • Cobre: con ese color inconfundible, que brilla y se lleva todas las miradas, las ollas de cobre le dan un toque clásico a cualquier cocina. Además, se trata de un material que conduce muy bien el calor. Sin embargo, su desventaja es que requiere de un buen mantenimiento y cuidado para que se mantenga en buen estado. Por otra parte, el cobre afecta el sabor de los alimentos que cocinemos, así que es importante asegurarnos de que las ollas que queramos comprar tienen una capa de acero inoxidable que evita esto.
  • Aluminio: uno de los materiales clásicos en las ollas. Es un conductor fabuloso de calor y es un material muy resistente, lo cual ayuda a su limpieza. A pesar de estas ventajas, también es un material que altera el sabor de la comida, así que es importante fijarnos en la capa de acero inoxidable.
  • Acero inoxidable: hoy en día es uno de los materiales más populares en los juegos de ollas. Su nombre ya es una muestra de una larga durabilidad. Es un material que no modifica el sabor de los alimentos y que tiene mucha resistencia. El problema es que no es un muy buen conductor de calor, así que usualmente tiene una lámina de aluminio o cobre en su interior.

  • Hierro fundido:
  • una de las grandes ventajas de las ollas de hierro es que se suelen usar también para cocinar platos al horno, desde papas gratinadas hasta algunos postres de repostería. Su desventaja es que las ollas suelen ser más pesadas, es decir, más complicadas de manipular.
  • Cerámica o barro: acá hablamos de ollas que tienen un elemento más artesanal, que muchas veces son usadas para preparar y servir algunos de los guisos más clásicos, esos que se aprendían de generación en generación, lejos de los libros de recetas. Lo negativo es que tiene una conductividad muy mala y son bastante frágiles, se rayan fácilmente, por lo que es mejor usar utensilios de silicona o madera cuando sea necesario revolver o raspar. Los cambios fuertes de temperatura pueden quebrarla o agrietarla.
  • Antiadherente o teflón: junto a las de acero inoxidable, las ollas de este material son las más comunes en los juegos que conseguimos en las tiendas y supermercados. Su característica más importante, que la comida no se pega, se debe a una capa especial que ayuda a evitar esto. Por eso es muy importante no rayarla usando utensilios de silicona o madera, además de no pasar la temperatura recomendada que puede dañar la calidad del teflón.
  • Vidrio: aunque no es muy común usar el vidrio en las ollas, no podemos negar que existen, a pesar de que no son muy recomendables. Son bastante frágiles y no conducen bien el calor. Entre sus ventajas está que no afectan el sabor de los alimentos.