Un croissant clásico, sin relleno.

10 tipos de croissants que tienes que probar

Si queremos hablar de íconos de la panadería, no podemos olvidarnos de los croissants, tanto rellenos como los más tradicionales. Existen varias opciones para complementarlos con todo tipo de ingredientes

En Recetas Nestlé® te contamos sobre algunas clases de cachos, unas ideas para acompañarlos, cómo conservarlos y de una vez por todas dejamos claras sus diferencias con las medialunas.

Tipos de croissant

En el Día Internacional del Croissant, el 30 de enero de cada año, no se celebra únicamente su versión original. Se trata de una fecha que también sirve para darnos cuenta de todos los tipos de cachos que podemos encontrar.

Esa es una de las mejores características de esta pieza de panadería. Es posible hallar versiones dulces o preparaciones saladas, con todo tipo de rellenos o, por el otro lado, los más sencillos en los que brilla el arte de saber hacer una masa con un sabor estupendo.

  • El croissant clásico: comenzamos este recorrido con el cacho más común y tradicional, aquel que venden en la mayoría de las panaderías, sin rellenos exóticos ni coberturas experimentales. Se hace con una masa de hojaldre que en las puntas termina con una textura más dura, incluso crujiente, pero con una parte central suavecita gracias a la mantequilla, un ingrediente que sobresale en esta preparación.
  • Croissant de almendras: en la larga historia que tiene el cacho y sus derivados, este alimento tuvo un paso muy importante por Francia. De hecho, es común pensar que su origen es el país galo, pero en realidad nació en Austria. Esta versión con almendras normalmente es más dulce, tiene una capa de almíbar en su exterior y suele llevar, también, azúcar en polvo. Como relleno puede tener, además, crema de almendras. ¡Delicioso!
  • Croissant de chocolate: una de las piezas de repostería que no pueden faltar en ninguna pastelería ni panadería. Aunque no se trata de la versión original, el cacho relleno de chocolate es una verdadera maravilla, sobre todo cuando se logra esa parte central suave con una capa de chocolate derretido. Además, acá el croissant es un lienzo en blanco que puede acompañar cualquier tipo de preparación de cacao: desde el más oscuro y amargo, hasta el blanco.
  • Croissant de jamón y queso: hasta el momento nos enfocamos en las preparaciones más dulces, pero si hablamos de la versión salada del cacho no podemos dejar a un lado al de jamón y queso. En este caso es un plato más fuerte y cargado, que seguramente nos va a entregar más energía que las anteriores propuestas, por eso no es una mala idea comerlo en el desayuno o como un snack a media mañana. Si lo aprovechamos fresco y caliente, lo suficiente como para que el queso se derrita un poco, seguramente nos va a alegrar el resto del día.
  • Croissant de salmón: si no lo has probado, no sabes de lo que te estás perdiendo. Todo un juego de sabores y texturas para sorprender al paladar. La recomendación es que tenga salmón ahumado, al cual se le puede añadir queso crema, lechuga y tomate, un espectáculo con toque nórdico.
  • Croissant de huevo y tocineta: en este recorrido planetario a través de los diferentes tipos de cachos, es momento de llegar a América para hablar de esta versión con todo el espíritu estadounidense. Se trata también de una preparación salada, con huevos revueltos y unas tiras de tocineta.
  • Croissant de frutas: entramos, para algunos, a un terreno que puede ser inexplorado. Ya hablamos de cachos salados y croissants dulces, pero aún no hemos mencionado ninguna fruta para acompañarlo. El mango, la banana y las frutillas pueden ser una buena combinación, incluso si ya lleva chocolate, así que te sugerimos no descartar esta opción.
  • Croissant multicereal: hoy en día existen versiones más balanceadas prácticamente de cualquier comida, dirigidas, especialmente, a las personas que se enfocan en su alimentación. De ahí viene este tipo de cacho que tiene una masa menos grasosa y se hace con otros cereales, como cebada, avena y centeno. También es común encontrarlo con algunas semillas como decoración y complemento.
  • Croissant de crema: el cacho convertido en un postre suele tener crema pastelera en su interior, con algunas decoraciones en su parte externa, como azúcar pulverizada o unas líneas de chocolate. Una verdadera delicia.
  • Croissant hawaiano: esto puede generar alguna polémica, pero tampoco podemos cubrir la realidad para los que se niegan a usar piña en este tipo de comidas Esta versión suele ser parecida a su compañera de la pizza. Además de la piña, lleva jamón y queso.

Ideas para disfrutar de un croissant

Puede ser muy sencillo simplemente tomar un croissant y comérselo solo, no hay ningún misterio en eso. Sin embargo, hay algunos elementos con los que esta pieza de panadería puede mezclarse bastante bien.

Cacho y café

Este es un verdadero clásico de panadería, en especial cuando nos referimos a los croissants tradicionales o, al menos, aquellos que tienen menos detalles. Algunos, incluso, lo sumergen en el café para darle un sabor más fuerte.

Si no lo has probado de esta forma, tenlo en cuenta para la próxima vez. Pero ten cuidado en no dejar el cacho mucho tiempo remojando, puesto que puede desarmarse fácilmente si se ablanda demasiado. Piensa que es simplemente untarlo un poco con el café.

Croissant, mantequilla y mermelada

Acá hablamos únicamente del cacho más clásico, aquel que no tiene relleno. Se trata de una mezcla que los dioses de la comida nos entregaron en forma de mermelada y mantequilla.

Simplemente toma el croissant y ábrelo por la mitad hacia lo largo. Usando un cuchillo, unta cada uno de los pedazos con la mezcla maravillosa. Por último, si quieres seguir experimentando y descubriendo sabores, puedes sumergir una porción en café, puede que te sorprenda.

Otras comidas con hojaldre

  • Puff de hojaldre con salchicha y Mostaza MAGGI®.
  • Hojaldre con manzana, preparado con Leche Svelty® Total Move Deslactosada.
  • Pañuelos de hojaldre con pollo, preparados con Crema De Pollo Maggi® y Caldo Criollita Maggi®.
  • Milhoja de chocolate, preparada con Base Láctea Para Mojada de Chocolate LA LECHERA® y hocolate NESTLÉ® Familiar Negro.
  • Pastel mil hojas, preparado con Leche Condensada La Lechera®.

Cómo conservar y recalentar un croissant

No hay ninguna discusión de que la mejor forma de comer un cacho relleno o sencillo, y en realidad cualquier pieza de panadería, es recién salido del horno, fresco y suave. Pero también sabemos que no siempre es posible y por eso a veces compramos algunos para llevar a casa, pensando en un delicioso desayuno con café al día siguiente o como un snack a media tarde.

Guardémoslo por unas horas

Lo ideal, en un principio, es no guardarlo en ningún tipo de recipiente hermético. El croissant, como la gran mayoría de piezas de panadería, necesita respirar, así que, si lo guardas únicamente por unas cuantas horas, lo mejor es dejarlo en una bolsa de papel, de este modo mantiene su textura por más tiempo.

No es recomendable dejarlo en un tupper hermético porque la humedad que acumula en sus capas va a mantenerse en un mismo espacio, ablandando la pieza. Por eso decimos que necesita respirar.

¿Cómo guardarlo por días?

Por otro lado, si compraste tus cachos para toda la semana, una buena idea es congelarlos, pero existe un método que funciona muy bien para que, una vez lo descongeles, mantenga sus características.

  1. Guárdalos en un cajón del congelador, con un espacio entre las piezas y sin que las cubra nada.
  2. Déjalos un par de horas, hasta que estén congelados.
  3. Una vez estén así, puedes guardarlos en un recipiente, pero con cuidado, no los vas a querer romper.

Es momento de descongelarlo

El mejor electrodoméstico para descongelar y calentar croissants es el horno, pero vale la pena que lo precalientes. Para descongelarlo, precalienta el horno a 200°C y déjalo unos minutos. Sin embargo, si tienes un horno pequeño en el que la bandeja está muy cerca a la resistencia, baja la temperatura, puesto que el hojaldre es bastante sensible y se quema fácilmente.

Para recalentar tu croissant también te aconsejamos usar el horno, pero hay otra opción que funciona muy bien: la tostadora. Lo mejor es usar este método con cachos pequeños partidos por la mitad, que quepan en este electrodoméstico. Si son muy grandes, seguramente se van a destruir.

Croissant vs. Medialuna

Al sur de América Latina, sobre todo en Argentina y Chile, es muy común encontrar en las panaderías letreros que dicen “Medialunas” que a simple vista se ven como cachos. Para el ojo menos entrenado, pueden parecer lo mismo.

Al final, se trata de dos piezas de panadería que se hacen con capas de hojaldre y mantequilla, con una forma particular en la que sobresalen los cuernos. Es en los detalles donde hallamos las diferencias.

CROISSANT MEDIALUNA
No siempre tiene una capa dulce de almíbar. Es dulce y siempre lleva esa cobertura de almíbar.
Como no suele estar bañado en almíbar, su color es más bien opaco. El almíbar le da brillo a la medialuna, la luz casi que se refleja en esta capa.
Suelen ser crujientes. Son más suaves, en gran parte por el almíbar que limita esa característica crujiente.
Se encuentran en dos formas: curvos, es decir, como una herradura, y rectos. La gran mayoría tiene una forma curva, como una medialuna.

Tips para hacer hojaldre

Un verdadero croissant se prepara con una masa hojaldrada, así que te damos algunos consejos si quieres hacerla en tu casa.

  • El hojaldre no lleva levadura, sin embargo, sí se infla en el horno. Esto se debe a la humedad interna y esa especie de vapor que desprende la manteca con las altas temperaturas. Por eso este ingrediente se usa en las capas internas, para que infle.
  • La mantequilla debe estar repartida de forma uniforme para que el producto crezca de la misma forma por todos lados.
  • No abras la puerta del horno mientras estás haciendo hojaldre, puede dañar el resultado.
  • Estamos hablando de una masa delicada, por lo que hay que tener cuidado y paciencia al doblarla y cortarla.
  • Si quieres que una parte específica de tu preparación no se infle, pínchala con un tenedor para hacerle unos agujeros por donde pueda salir el vapor.