Una receta de arroz con leche tradicional, con canela espolvoreada.

Recetas para darle vida al arroz con leche

En Recetas Nestlé® pintamos con los mejores sabores y le damos unos cuantos giros a este postre tradicional

Hay platos y postres que tienen una receta definida y clara, mientras que otros nos dan más libertad para experimentar. El arroz con leche es todo un clásico que pertenece al segundo grupo, pues hay unos ingredientes y elementos básicos con los que podemos jugar sin que pierda su esencia.

En Recetas Nestlé® vamos a profundizar en la preparación tradicional del arroz con leche, pero también a explorar algunas ideas para darle nuestro propio sello en términos de sabor, aroma y textura.

¿CÓMO SE HACE EL ARROZ CON LECHE CLÁSICO?

Hablamos de un plato que se prepara en muchísimos países alrededor del mundo, con distintas versiones en Europa, Asia y América, cada una con un toque distinto, un giro regional que lo hace diferentes a los demás.

Nosotros nos encontramos en América Latina, donde el arroz con leche es uno de los postres clásicos más populares. Por eso, vamos a empezar hablando y a enfocarnos en la preparación tradicional latinoamericana, aunque hay algunos cambios entre países, a grandes rasgos es el mismo proceso.

EL PASO A PASO TRADICIONAL

mos a detenernos en cada uno de los pasos para cocinar un arroz con leche y ver las distintas opciones que tenemos al momento de prepararlo.

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1. CALENTAR EL AGUA CON ALGUNAS ESPECIAS

Ponemos en una olla la rama de canela partida por la mitad, de esta forma libera su aroma y su sabor, y suficiente agua a calentar para cocinar el arroz. Recordemos que la relación es de dos tazas de agua por una de arroz.

Dependiendo de las recetas que encontremos, en este primer punto también se puede añadir un elemento cítrico, por ejemplo, ralladura de limón o trozos de cáscara de naranja.

Si queremos darle más profundidad a nuestro postre, y alejándonos un poco de la preparación clásica, en este punto también es posible agregar ingredientes como cardamomo, clavos y/o vainilla, que desprenden aromas y sabores a medida que la temperatura aumenta para que, luego, el arroz se apropie de estas características.

Un tip antes de continuar: si es la primera vez que vamos a cocinar este plato, es mejor atenerse a los ingredientes tradicionales. Cuando sepamos cómo hacer el arroz con leche clásico, podemos comenzar a experimentar con los últimos elementos que mencionamos.

2. AÑADIR EL ARROZ

Cuando empiece a burbujear, agregamos nuestro arroz, siempre teniendo muy presente la relación de cantidad respecto al agua. Esto es clave, porque si no añadimos suficiente o, por el contrario, nos excedemos, la textura al final va a ser totalmente distinta a la que buscamos.

Revolvemos el arroz, ojalá usando una cuchara o espátula de madera o silicona para evitar dejar rayones en nuestra olla, siempre procurando que no se pegue. También vale la pena reducir el fuego a una temperatura media.

Una de las palabras más importantes para hacer el arroz con leche es la paciencia, porque es un postre que toma tiempo y del que es mejor estar pendientes, en especial si es la primera vez que nos animamos a cocinarlo.

3. AGREGAMOS LA LECHE

Ya tenemos nuestro arroz listo, es momento de ponerle la otra parte que le entrega el nombre al postre: la leche. Pero acá, además de este ingrediente fundamental, también vamos a añadir ese toque dulce que tanto nos gusta.

Tenemos dos opciones que nos ayudan con este propósito. En primer lugar, está la Leche Condensada LA LECHERA® que, además de aportar en el sabor, también entrega un poco de textura. En segunda instancia, encontramos el azúcar que cumple su papel como endulzante.

Al agregar la leche y el azúcar o la Leche Condensada LA LECHERA®, tenemos que seguir revolviendo lentamente nuestra mezcla para que los ingredientes se disuelvan y se integren correctamente. Recordemos que la paciencia es la palabra del éxito de nuestro postre.

4. PASAS Y OTROS DETALLES DELICIOSOS

Cuando veamos que nuestro arroz absorbió una parte de la leche, añadimos los últimos toques de nuestra preparación, pero que no pueden faltar en la presentación tradicional, en especial, las pasas.

Una vez las agreguemos, continuamos revolviendo hasta detenernos en la textura que buscamos. Es acá donde los gustos de cada persona varían. Hay quienes prefieren el arroz con leche bien espeso, otros más cremoso y algunos casi que líquido.

5. HORA DE SERVIR Y DECORAR

Ya tenemos casi que listo este postre. Únicamente hace falta decidir si lo servimos caliente o frío. De nuevo, esto depende de los gustos, pero nuestro consejo es, si vamos a comerlo frío, dejarlo a temperatura ambiente por un tiempo antes de refrigerarlo.

Al servirlo simplemente usamos un cucharón y lo llevamos a copas o platos pequeños. El toque final, que entrega color, aroma y sabor, se lo damos rallando un poco de canela o usando la variedad en polvo para decorarlo.

JUEGOS DE TEXTURAS Y SABORES PARA EL ARROZ CON LECHE

Los cinco pasos anteriores son los que se suelen seguir para preparar la versión tradicional de este postre, sin muchos detalles o niveles de profundidad, lo cual no significa que no sea exquisito.

Pero la ventaja que nos entrega el arroz con leche es que podemos darle todo tipo de giros usando diferentes ingredientes en distintas etapas de la preparación.

  • Más cremosidad: si queremos que nuestro postre tenga una textura en la que lo cremoso se destaca sobre lo demás, una estupenda opción es añadir Crema de Leche LA LECHERA® cuando el azúcar se disuelva y el arroz haya absorbido una buena parte de la leche.
  • Otro remplazo para endulzar: hablamos del azúcar y la Leche Condensada LA LECHERA® para darle ese toque de dulzura a nuestro postre. Una tercera opción con la que vale la pena experimentar es la panela.
  • Un poco de leche en polvo: este ingrediente lo podemos añadir hacia el final de la preparación, entre los pasos 4 y 5. Nos entrega dos cualidades, un elemento de sabor y otro de textura, que también ayuda en la cremosidad.
  • Variar y jugar con el tipo de leche: hay personas que no pueden consumir lactosa, así que en este caso es necesario usar una variedad deslactosada. Pero hay muchas opciones con las que podemos experimentar, como las bebidas de almendras o coco, que tienen un sabor particular y también añaden ese elemento diferencial a nuestro postre.
     

VARIEDADES DE RECETAS DE ARROZ CON LECHE

Si podemos preparar un arroz con leche tradicional, también es posible estampar nuestro propio sello en este postre.

  • Chips de chocolate: añadir unos chips al resultado final cuando lo vamos a servir es fabuloso. Hay un toque crujiente que antes no teníamos y ese sabor a chocolate que combina muy bien acá.
  • Con frutas: hay países en los que el uso de frutas no es nada extraño en este postre. Las manzanas suelen participar con frecuencia, pero también queda muy bien con algunas frutillas y otros frutos rojos. Vale la pena aclarar que es mejor agregarlas hacia el final de la preparación, cuando estamos cerca de servir.
  • Con cereales: el arroz con leche no tiene elementos crujientes, es un postre muy suave y cremoso. Por eso los cereales funcionan muy bien, pues aportan textura, pero también su toque de sabor. Nuestra recomendación es añadir unas hojuelas de avena al final.
  • Con semillas: estas nos ayudan a encontrar una textura más espesa, así que también son una excelente opción para experimentar. Recomendamos las de chía.
  • Con café: acá jugamos no solamente con el sabor que aporta el Café NESCAFÉ®, sino también con su color, pues le entrega tonos marrones a nuestro postre. Sin embargo, a diferencia de todos los ejemplos anteriores, no debemos añadirlo al final. En cambio, es mejor hacerlo después de la leche, entre los pasos 4 y 5, y asegurarnos de revolver muy bien.
  • Con chocolate: si queremos que este delicioso sabor tenga mucha más presencia, es tan sencillo como añadir algunas tabletas de chocolate cuando agregamos la leche.
     

TRUCOS Y CONSEJOS PARA PREPARAR ESTE POSTRE

Algunas recomendaciones que seguramente son útiles, en especial para quienes apenas están empezando a cocinar o no lo hacen con mucha frecuencia.

  • Requiere tiempo: si vamos tarde a una reunión en la que debíamos llevar el postre, tal vez esta no sea la mejor opción. Un buen arroz con leche se debe hacer con calma, revolviendo sin afanes, añadiendo los ingredientes, teniendo la textura como referencia hasta llegar al punto que buscamos.
  • El aroma no puede faltar: ya dimos algunos ejemplos de ingredientes que se pueden sustituir o combinar, sin embargo, hay ciertos elementos que siempre deben estar presentes. La canela es indispensable, pero recordemos que los cítricos, como la ralladura o la cáscara de limón, también nos dan una mano.
  • La calidad y el tipo de arroz: el arroz con leche es meloso, cremoso, pero nunca es seco, por eso queremos unos granos que puedan absorber líquido y sabor. Los arroces más cortos y de formas esféricas o menos alargadas funcionan de maravilla. Son los mismos que se usan para hacer un risotto.

Ya conocemos todo lo que podemos hacer con un postre tradicional como el arroz con leche, es hora de empezar a cocinar.